El sector de la energía solar en España ha dado un paso decisivo hacia la sostenibilidad: en el último ejercicio evitó la emisión de 17,7 millones de toneladas de CO₂, equivalente a retirar de la circulación unos 8,5 millones de automóviles durante un año. (UNEF)
Esta tecnología no sólo ha multiplicado por cinco su producción en la última década (hasta alcanzar los 44.520 GWh anuales), sino que se ha convertido ya en la segunda fuente de generación eléctrica del país y la renovable con mayor capacidad instalada.
La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) destaca que la fotovoltaica ya es “la forma más económica de generar energía” y en un país con un recurso tan abundante como el sol y con problemas estructurales de sequía, su bajo consumo de agua y mínima huella de carbono juegan un papel clave.
Además, se constata que el uso de suelo por instalaciones fotovoltaicas es muy reducido —en el escenario previsto por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) no superaría el 0,4 % del suelo agroganadero—, y se promueve la compatibilidad con la agricultura mediante soluciones agro‑voltaicas.
UNEF lanza asimismo el nuevo “Sello de Excelencia en Almacenamiento” que reconoce los proyectos que integran criterios ambientales, sociales y de gobernanza, extendiendo el estándar ya existente para fotovoltaica.
El mensaje al sector técnico es claro: cada megavatio instalado es una oportunidad para proteger el clima, impulsar la economía y reforzar la soberanía energética.



