España acelera su inversión en Defensa con una inyección de 7.826 millones de euros en diez programas estratégicos, aprobados en solo dos semanas por el Consejo de Ministros. Esta medida forma parte del objetivo de alcanzar el 2 % del PIB en gasto militar, como exige la OTAN, y se enmarca en el Plan Tecnológico e Industrial de Seguridad y Defensa.
Los proyectos contemplan modernización de aeronaves, vehículos blindados, sistemas de comunicaciones, radares, cifrado, entrenamiento de pilotos y sostenimiento naval. Solo el sistema ITS-C, para instrucción de pilotos de caza, absorbe 3.120 millones de euros y estará operativo hasta 2035.
Esta estrategia representa una oportunidad directa para ingenieros de las ramas industriales y técnicos especializados, especialmente en las áreas de aeronáutica, defensa electrónica, comunicaciones tácticas, simulación, logística y mantenimiento. El aumento de la demanda de personal técnico cualificado y de innovación industrial convierte al sector defensa en uno de los polos de empleo más relevantes para el próximo ciclo industrial español.
Además, refuerza el papel de la industria nacional en el desarrollo de tecnología dual (civil y militar), con especial impacto en pymes tecnológicas y centros de I+D vinculados al ámbito militar.
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