Natural de Rota (Cádiz), tiene 51 años, casado con quien considera el amor de su vida y padre de familia numerosa con tres hijos a los que tiene verdadera pasión. Tiene varios hobbies, principalmente el ciclismo de montaña con el único objetivo de la de salir de ruta con los amigos, y la navegación a vela.
Profesional con titulación de Grado de Ingeniería Mecánica por la ESI de la Universidad de Cádiz obtenida en septiembre del 2022, y de Ingeniería Técnica Industrial en la rama de Estructuras e Instalaciones de la promoción del año 1996, y colegiado nº 1528 por el COGITI de Cádiz.
Tras finalizar sus estudios en el año 1996, se dedica a la profesión libre con su propia ingeniería para la redacción y dirección facultativa de proyectos industriales.
En el año 1998 se incorpora como trabajador por cuenta ajena en la empresa SULZER INFRA, llegando al cargo de Jefe de Sección para grandes proyectos.
En el año 2007 pasa a formar parte del Grupo COBRA como delegado y máximo responsable de una unidad de negocio enfocada principalmente a la ejecución de proyectos de toda índole para la Marina Americana en las bases de Rota y Morón, y también para el Servicio Militar de la Construcción de la Armada Española, para la Carraca en San Fernando.
En la actualidad, continua su desempeño profesional en COBRA, y ha tenido la oportunidad de especializarse en todo tipo de proyectos relacionados con el sector de instalaciones de combustibles, para las bases militares mencionadas en España, en Argelia, en Mauritania y en Marruecos, siendo el máximo responsable en proyectos de instalaciones de combustibles de toda tipología: de almacenamiento enterrado para estaciones de servicio, de almacenamiento en parques de combustibles, de suministro en cargaderos de camiones cisternas, de rack de brazos de carga para el tren de Nouadibú -Zourate en Mauritania, de suministro mediante sistema de hidrantes en la plataforma de estacionamiento de aviones, y de carga y descarga con brazos articulados de petroleros y fragatas, aplicando normativa americana y europea.
Se considera un auténtico enamorado de su profesión hasta tal punto que no contempla la posibilidad de que algún día se tenga que jubilar.
- Ha sido galardonado recientemente con el premio de la CÁTEDRA FUNDACIÓN CEPSA 2022, por su TFG titulado “Adecuación de las Instalaciones de Combustibles para un Arsenal Marítimo”.
Pues sí; y he de decir que nunca pensé que pudiera llegar a conseguir dicho galardón. Me siento muy agradecido y la vez muy abrumado. Hoy mismo, tras tres meses desde que se hiciera público en los medios de comunicación y en las redes sociales, aún me siguen parando por la calle para felicitarme por este reconocimiento. A título personal, supone un reconocimiento por el trabajo realizado, por el sacrificio de las horas dedicadas tras cada jornada de trabajo y las obligaciones del tener una familia numerosa. Como profesional, supone el reconocimiento a los conocimientos adquiridos tras 25 años de ejercicio en la profesión en proyectos relacionados con la industria de la energía y el petróleo. Estoy muy contento y satisfecho. He de aclarar que los premios Catedra Fundación Cepsa son para tres modalidades distintas: la de mejor TFG, mejor trabajo científico publicado en revista del sector, y mejor patente, a la innovación en temas de energía, petróleo y medio ambiente. En mi caso, se ha tratado de una situación excepcional, ya que este pasado año defendí mi TFG en mi segundo paso por la universidad para obtener el grado de ingeniería mecánica y tal como dije el día de la entrega del galardón, no tengo el perfil del estudiante que acaba de terminar sus estudios. Tras obtener la máxima calificación del tribunal en la defensa, recibí un correo de la Escuela con las bases para el premio CEPSA, lo comenté con mi tutor, el Doctor Andrés Pastor y fue él el que me animó a que me presentase. Nunca pensé que mi TFG fuera meritorio de obtener el reconocimiento de la Fundación CEPSA.
- ¿Nos puede contar las claves de este proyecto?
El TFG es la definición técnica escrita y detallada de un parque de almacenamiento de combustibles DFM (diésel fuel marine) tipo F-76 (abreviatura según OTAN) para el suministro de combustible en el pantalán de atraque de los buques. La clave principal ha sido la definición exhaustiva de todos los elementos y equipos que compone dicha instalación, incluyendo planos de detalle para el montaje. Lo habitual en nuestro ámbito, es que determinados capítulos o conjuntos de un proyecto, sea definido durante la ejecución por la empresa especializada. En el sector de las instalaciones relacionadas con el petróleo hay mucho celo a transmitir el “know how” y yo he considerado que era mi obligación el tratar de plasmar con todo lujo de detalles en qué consiste dicha instalación, al objeto de poder aportar valor y transmitir mis conocimientos a los estudiantes de ingeniería. Mi TFG por lo tanto, no trata sobre la investigación de un nuevo producto o una innovación de un determinado proceso. El día de la entrega del galardón, transmití mi reconocimiento y admiración a los dos compañeros que habían obtenido el premio en la modalidad de trabajo de investigación y patente, y también a una joven estudiante que le habían dado el accésit por su TFG. Aún sigo pensando que mi TFG era el más modesto de todos los trabajos que se premiaron y que tal vez, hasta esta entrevista sea demasiado reconocimiento por un trabajo que yo considero que es normal, pero gracias de todos modos por el interés sobre este galardón.
- ¿Cuáles son las principales dificultades que ha tenido que resolver?
A modo de resumen, señalo algunos de los aspectos más significativos que han incrementado la dificultad en el diseño del proyecto que comprende el TFG:
El TFG se redacta bajo la premisa de que se trata una instalación de uso militar conjunto, que nos obliga a aplicar normativas americanas (API, NFPA, NEC), normativas españolas (RIPCI, APQ, UNE) y las pertenecientes al marco europeo (ISO, ATEX, PED), incluso normas propias de la OTAN y otras consideraciones especiales para recintos militares. Compatibilizar normas americanas con las españolas y europeas no es siempre del todo posible simplemente porque las definiciones a una solución técnica son distintas en base a la norma que se aplica.
El TFG es para un Arsenal Marítimo. Esto hace que se tenga que considerar unas especificaciones técnicas muy específicas para dar solución al sistema de recubrimiento anticorrosivo de la instalación y de los tanques de almacenamiento. Los tanques se ubican en un ambiente cálido y salino, con una media de temperatura anual de 26 ºC y una alta humedad relativa, por lo que el sistema de protección es crucial para asegurar a largo plazo un correcto funcionamiento del sistema de recubrimiento. El esquema de pintura propuesto cumple con la norma UNE para un grado de protección aceptable a lo largo de 10 años. Adicionalmente, se ha considerado también un sobre espesor para la corrosión de 2mm adicionales al espesor mínimo del fondo de los tanques según la norma API-650. Esta circunstancia hace que la chapa tenga 20 años de vida útil.
Y por último, se ha proyectado una instalación basada en la redundancia y también en la simplicidad. Estos dos condicionantes son básicos para una instalación militar, al objeto de evitar problemas de funcionamiento y poder garantizar siempre un servicio a los barcos.
- ¿Y desde el punto de vista medioambiental?
En el aspecto medioambiental, entre muchos otros aspectos, se contempla cubetos de contención de derrames; el uso de válvulas de venteo en los tanques de presión y vacío para evitar la propagación descontrolada de gases al medio ambiente; válvulas de diafragma autopilotadas para evitar un derrame por sobrellenado de combustible; válvulas de aislamiento de doble cierre asiento metal-metal para asegurar la integridad de toda la instalación. La durabilidad de una instalación, tiene un aspecto medio ambiental muy importante; ya que el impacto será siempre menor, si la instalación proyectada tiene una vida útil superior. Esto nos llevará a ser más eficiente en el empleo de la materia prima y mejorar la sostenibilidad. Por ejemplo, al dimensionar el fondo de los tanques de almacenamiento, la norma API-650 establece un espesor mínimo de chapa de acero de 6mm, al cual se añadirá un sobre espesor por la corrosión que estará condicionado por los años de uso previsto. Se ha contemplado un sobre espesor adicional de 2mm, para dar una vida total al tanque de 20 años, teniendo en cuenta que la pérdida anual por la corrosión puede ser igual a 0,1 mm.
Hay también aspectos medioambientales de actuaciones previas sobre el terreno para evitar el impacto en el camaleón, una especie protegida, considerando una inspección de la zona de desbroce para localizar nidos de la puesta de huevos antes del amanecer, el mantener el material del desbroce durante 5-6 meses que es el tiempo que puede tardar en eclosionar los huevos, o instalar barreras físicas sobre el terreno para evitar que el camaleón invada la zona de obra. Estas actuaciones son las que se deberían hacer para los proyectos que se localicen cerca de un pinar.
- ¿Cómo ha sido la experiencia de volver a la universidad 25 años después de su primera titulación como ingeniero técnico industrial?
Ha sido muy enriquecedora. Hace 4 años, el COGITI organizó unas jornadas para informar de los requisitos necesarios para realizar el curso de adaptación para la obtención del grado en ingeniería. Consideré que quedándome aún muchos años por delante de profesión, debía plantearme la necesidad de sacar la nueva titulación y junto a otros compañeros, volvimos a matricularnos otra vez en la universidad. Y al final, volví a repetir la experiencia de defender un proyecto fin de carrera, esta vez, trabajo final de grado, pero con la diferencia notable de los 25 años de experiencia en el ejercicio de la ingeniería. Traté de dar una utilidad añadida al TFG, redactando un proyecto que sirviera a modo de manual y como referencia para aquellos alumnos que quisieran profundizar en la materia. Las horas dedicadas a la redacción de este TFG no me ha supuesto ninguna carga, ya que en definitiva, estaba escribiendo un libro resumen de mi experiencia profesional. Recomendaría a todos los compañeros volver a la vida universitaria para cualquier tipo de colaboración o enseñanza en cualquiera de los dos sentidos.
- Su experiencia como ingeniero técnico industrial se ha desarrollo en el sector de la ingeniería en instalaciones petrolíferas, ¿cómo es este ámbito para el desarrollo profesional?
Bueno, podría decir que he tenido la gran suerte de tener un cliente, la marina americana, que me ha hecho participar en casi todo tipo de proyectos relacionados con el almacenamiento, trasiego y suministro de combustibles, empezando por las distintas reparaciones del parque de almacenamiento, renovación de los cargaderos de camiones cisternas, suministro para buques y suministro para los aviones de transporte. Se trata de proyectos muy singulares que te permiten un grado de especialización que en definitiva te da valor en nuestro ámbito de trabajo. Hay muchos trabajos que son recurrentes y se me está dando el caso, de estar ejecutando proyectos que tienen el mismo alcance y en los mismos tanques en los que empecé a trabajar hace 22 años, y muy posiblemente, dentro de 10 años me encuentre realizando la demolición de estos trabajos para realizar una instalación totalmente nueva, pero con una configuración distinta, como por ejemplo, la de sustituir todos los tanques de almacenamiento enterrados, por tanques de almacenamiento aéreos. Es un no parar y debe ser así para mantener las instalaciones en estado óptimo de funcionamiento. En muchas ocasiones, he realizado el comentario a técnicos de mi equipo, que tengo la sensación del cuento de la marmota, la de volver al punto de partida de hace años y continuar haciendo el mismo trabajo repetido.
- ¿Qué funciones ha realizado concretamente?
Desde el primer momento, como ingeniero de proyectos, a cargo de la jefatura de la obra, asumiendo la responsabilidad de todos los roles; la de la producción, el control de calidad, y la supervisión de la seguridad del proyecto. A medida que el grado de exigencia de mi cliente aumentaba, hemos ido aumentando la presencia de más personal cualificado para cada una de las áreas mencionadas, y que además cuentan con el apoyo de una oficina técnica, un equipo de puesta en marcha, un departamento de compras, un departamento de contratos y otro de planificación. Esa ha sido la gran diferencia con respecto a los proyectos realizados hace 25 años con respecto a los de ahora. En estos momentos, mi función es la de director de todos los equipos asignados a cada uno de los proyectos, como director del contrato y gerencia de las empresas que los realiza.
- ¿De qué depende el éxito un proyecto técnico como el que ha presentado?
Depende de muchos factores. Hablando de proyecto de ingeniería y también de su ejecución, podemos decir que un proyecto es exitoso cuando cumple con las expectativas de tu cliente y el usuario final de la instalación, cumple con los plazos, y también con los parámetros de funcionamiento, con grado de calidad esperado, y dentro de su presupuesto asignado. De cara a la empresa que realiza el proyecto, es exitoso cuando tú cliente está satisfecho, no has tenido accidentes, y además, has sido capaz de mejorar los costes objetivos y dar el beneficio esperado por la empresa. El inicio y la base de todo lo que he mencionado, pasa por tener un proyecto de detalle bien definido y un trabajo bien planificado desde el primer momento que se empieza a esbozar una idea o un proyecto.
- ¿Cómo han sido estos años en este sector?
En mi caso particular, no puedo dar una opinión objetiva, ya que mi cliente me ha hecho estar dentro de una burbuja con respecto a la situación en el exterior. Mi cliente es militar, y lamentablemente, una situación de crisis mundial, significa oportunidades de negocio para mi delegación. Ahora a raíz de la guerra de Ucrania, se está dotando de mayor presupuesto para el Ministerio de Defensa, pero es que anteriormente, también hubo muchos cambios cuando el atentado a las torres gemelas del 11 de septiembre del 2001, y posteriormente durante las dos guerras del golfo pérsico. Nunca hemos tenido una bajada en producción en proyectos relacionados con este sector, y además, se prevé mucha inversión en los próximos 10 años.
- ¿Algún proyecto que considere especial durante su experiencia profesional?
Tengo dos proyectos. El primero lo realicé en el año 2002, hace ya más de 20 años. Ya hice mención de este proyecto en el evento del Cogiti por los 25 años de profesión durante unas breves palabras que tuve el honor de pronunciar en el atril. Se trataba de la reparación de una grúa pórtico de 50 tn para asistencia a la descarga de barcos. Era una grúa del fabricante KRUPP que se instaló en el año 1955 como parte del pago de las contraprestaciones que tuvieron que hacer los alemanes a los aliados tras la segunda guerra mundial. En el año 1991 asistimos a la despedida de la fragata Santa María en su misión de apoyo en la guerra del golfo pérsico. Mi hermano estaba destinado en dicha fragata y mientras estaba toda la familia en el muelle tomando fotos de la despedida, yo estaba contemplando una vieja grúa que parecía abandonada. Me quedé impresionado con la vista bajo el pórtico de esa grúa. Fue en ese momento cuando decidí que quería estudiar ingeniería. Años más tarde, la marina americana sacó una licitación con un presupuesto de 5 millones de dólares para modernizarla al completo. Hice todo lo posible por conseguir dicha adjudicación. El día que me llamaron para la firma del contrato, recibí instrucciones de mi oficina central en Madrid para que no firmara por el alto riesgo y la incertidumbre del alcance de los trabajos. Al final tuve el privilegio de dedicarle dos años de mi día a día y la dejamos operativa y certificada por el NCC (navy crane center). Tras los dos años de garantía, dejó de funcionar por problemas de presupuesto en la explotación de dicho servicio. Años más tarde, la marina americana le traspasó la propiedad a la armada española y la desmantelaron de la peor forma que pudieron hacer. A pesar de mis advertencias, no hicieron un plan de desmontaje y tuvieron un siniestro grave porque cayeron la pluma en el cantil del muelle. Tardaron más de 1 año y ver cómo procedían con el desmontaje y durante todo ese tiempo, la tuvieron oculta bajo una lona para tapar la imagen dantesca del siniestro. Siempre que me asomaba al paseo marítimo y veía la grúa como parte del “skyline”, me sentía orgulloso de haber sido partícipe en dicho proyecto. De aquella grúa, sólo queda una placa pesada de bronce con las características principales del alcance de pluma y cargas que guardo con mucho cariño expuesta en una pared de mi garaje. Es una historia romántica porque pienso que acaba mal. Realmente me dio mucha pena que decidieran desmantelarla. La paradoja, es que ahora con los barcos del escudo antimisiles, les vuelve a hacer falta dicha grúa.
Y el segundo proyecto se trata de un encargo que recibió mi delegación por estar especializado en el sector del combustible, por parte de la Sociedad Nacional de Industria y Minera de la República Islámica de Mauritania (SNIM) en el año 2012. Se trataba del diseño y ejecución de las instalaciones para el suministro de combustible a un rack de pantógrafos para la carga del tren que conectaba Nouadhibou con las minas de hierro en Zouerate. Se trata de un país muy pobre, donde su principal industria es la exportación del hierro y la pesca. No tiene infraestructuras necesarias para el turismo, y la gestión de desplazar a mi equipo y todos los recursos necesarios para el proyecto era el primer hándicap que tuve que resolver. En la reunión de negociación para la adjudicación del contrato, se habló en 4 idiomas simultáneamente (español, inglés, francés y árabe). Me cambiaron todo el diseño inicial que tenía preparado en 3D y me dibujaron en la arena del desierto qué era lo que ellos querían exactamente. Cuando les pregunté por el área donde se tenía que ubicar los distintos edificios, me respondieron que tenía toda la extensión del desierto a mi disposición. A la segunda vez que entré al país, me deportaron a la frontera con el desierto del Sahara para solicitar el ingreso en la aduana de dicha frontera, porque consideraron que tenía el visado caducado. Esta frontera está plegada de minas y no te puedes desviar del camino en el desierto por seguridad. Tuve que sortear controles cada 35km de policía de carretera para evitar los secuestros, y esperar una vez en la frontera, que hubiera comunicación para poder emitir un nuevo visado. Esa fue la tarjeta de presentación del proyecto que acababa de firmar. No sé cómo, pero al final fuimos capaces de ejecutar un proyecto de la nada, en un país en la que no hay carreteras y ni siquiera una simple ferretería para comprar un tornillo. Todo lo tuvimos que mandar en contenedores desde España. Entre muchísimas de las anécdotas que podría contar, decir que a la obra venían a pedirnos cartones para darles de comer a los burros; que cuando el presidente del país viajaba, se cancelaban todos los vuelos porque por entonces solo contaban con un avión para todo el país, que las tarjetas de embarque eran escritas a mano, y ya luego al final del proyecto cuando ya nos conocían, incluso nos permitían viajar y comprar los billetes sin pagarlos cuando no funcionaba el datafono y no teníamos metálico para pagar. Incluso llegué a enfermar y coger la tosferina. Recuerdo el miedo que pasé cuando solicité la evacuación y me dijeron que tendría que esperar dos días en ese país. Estuve 3 meses de visitas a médicos hasta que me diagnosticaron y resolvieron el problema respiratorio grave que llegué a padecer. A pesar de todo lo que me pasó, guardo con buenos sentimientos el logro de haber ejecutado dicho proyecto y también el trato recibido por personas muy humildes de corazón, y que a pesar de lo pobres que eran, te ofrecían todo lo que tenían y lo ponían a tu disposición.
- ¿Algo más que comentar para terminar?
Pues me gustaría agradecer al COGITI por las palabras recibidas en reconocimiento al galardón recibido por parte de la Cátedra Fundación Cepsa, y también por el gesto de querer publicar en su boletín mensual esta pequeña entrevista a mi persona. Pienso que no es para tanto homenaje, y les estoy agradecido de todo corazón. Aprovecho para recordar a todos los colegiados, que nuestro colegio tiene una función vital y muy importante en la defensa de nuestra bonita profesión, y que además, hace de nexo de unión de todos los colegiados en cada uno de los eventos que organiza durante el año. Es muy importarte tener el respaldo de esta gran institución y el saber que puedes estar asesorado y bien acompañado en nuestro día a día de nuestra profesión. Muchas gracias por todo.