Hoy conocemos a Victoria, parte del corazón de Sedeño instalaciones e ingeniería, una empresa familiar del Campo de Gibraltar
Victoria Sánchez Ramos es parte del corazón de Sedeño instalaciones e ingeniería, la empresa familiar (porta el segundo apellido de su madre y con él se conoce a toda la familia) ubicada en el Campo de Gibraltar con más de 30 años de experiencia. Ha sido un año especial para ella, que ha culminado con el reconocimiento de su Colegio profesional: el 21 de octubre recogía el premio ‘juventud y visado colegial’ en una emotiva jornada. Durante esos momentos recordaba especialmente a sus seres queridos: a su marido, a sus hijos, a su madre, y a su padre, quien siempre le marcó la importancia de contar con este fuerte respaldo profesional: “Terminé con 24 años la carrera y antes de tener el título en la mano, fui a colegiarme”.
-¿Cómo se siente al recibir el premio de COGITI Cádiz en la gala Ingenio Gaditano?
-Ante todo es un orgullo que tu colegio profesional te haga un reconocimiento de esta magnitud. Como premiada, solo puedo mostrar palabras de agradecimiento. A la junta de gobierno por la excelencia de la organización del evento y a todos mis compañeros y compañeras. Este reconocimiento rinde homenaje al esfuerzo de una joven que al finalizar la carrera, sin experiencia e incluso antes de tener su titulo en mano, se presento en Cádiz buscando Plaza Asdrúbal con la ilusión de colegiarse.
-¿De quién se ha acordado en un momento tan especial?
-Pues se lo dedico a mi padre, por impulsarme a estudiar esta apasionante carrera, a mi madre por ser el pilar fundamental de mi vida. A mis hijos, que a mi lado saben que rendirse no es una opción, y en especial a mi marido, por su paciencia infinita y el apoyo que me muestra cada día para que mis objetivos profesionales se puedan alcanzar.
-¿Por qué es tan relevante ser parte de la gran familia de COGITI?
-Durante estos años el colegio me ha aportado confianza, protección, formación, y todo gracias al equipo humano que hay detrás, siempre dispuesto a ayudarnos. Es un respaldo, ejerce de guía, es clave en la formación y te orienta en el día a día. Te reconforta saber que puedes estar tranquila con su asesoramiento jurídico, tienes una entidad detrás. Me gusta dormir tranquila.
-¿Cómo es Sedeño instalaciones e ingeniería?
-Es una empresa familiar de La Línea de la Concepción que se dedica a instalaciones eléctricas, telecomunicaciones y climatización. Trabajo con mi hermana, que se encarga de la administración, y ya tenemos en plantilla a unas 30 personas.
-La provincia gaditana tiene varios focos, como la Bahía, Jerez, Costa Noroeste, la Janda, la Sierra y el Campo de Gibraltar. ¿El colegio les hace sentirse más cerca, más unidos?
-La realidad es que nosotros tenemos muy buena relación en la zona. Y cuando hay sobrecarga de trabajo la repartimos entre los compañeros. El Colegio pone en valor el factor humano y el personal que trabaja en Cádiz es de primerísima calidad, siempre atento a los compañeros. Se dejan la vida por atendernos.
-Suele hablar de la importancia de la formación constante.
-Y COGITI Cádiz organiza y desarrolla cursos de mucha calidad. No son prescindibles, que no valen para nada, sino que están muy bien diseñados y escogidos. Nuestro mundo cambia constantemente y a una velocidad muy rápida. Nuestra profesión no termina con el último examen de la carrera, sino que eso es sólo el principio.
-¿Cómo percibe actualmente el sector de la ingeniería técnica industrial?
-Es una época de vacas gordas, aunque es verdad que esto es cíclico y de vez en cuando llega una crisis. Ahora hay mucho trabajo porque existe una apuesta firme por las energías renovables. En mi caso imparto muchos cursos de formación sobre sostenibilidad. La gente se está concienciando y aquí habita una gran oportunidad de negocio. El problema es que necesitamos profesionales, hay falta de profesional cualificado. Y esa es una de nuestras grandes demandas.