La caseta de Los Caireles cumple 36 años de vida. La casa de los Ingenieros Técnicos Industriales de Cádiz en el Parque González-Hontoria de Jerez nacía en 1989. Su germen, como nos cuenta nuestro querido Antonio Domínguez, es la asociación gastronómica "formada por ingenieros técnicos y peritos industriales". En aquella época de los 80, Juan Gómez Verdugo, director técnico de la Confederación del Guadalquivir, dirigía y organizaba ese evento.
"Cada tres-cuatro meses nos reuníamos para comer o cenar en algún sitio de Jerez", recuerda Antonio. Fue el origen de la caseta Los Caireles. "Empezaron poniendo 1.000 ‘pesetitas’ mensuales. Se veía que iba a ser una película que empieza y no termina. Luego subió la cuota a 5.000 pesetas por pareja para poder darle un empujón, y todos aceptaron. Así que empezamos a organizarnos".
"Al tiempo, me contactaron para que yo iniciara los trámites necesarios para su tramitación, ya que en ese momento era funcionario municipal, teniendo a mi cargo, entre otros, el montaje de la feria", destaca Domínguez.
A continuación, "realicé las gestiones oportunas con los compañeros de la delegación de Fiestas y se nos concedió la caseta, a las que las señoras habían bautizado como 'Los Caireles'. Organizamos el montaje con la mano de obra de todos los socios, que arrimaron el hombro. Nuestros amigos contratistas, electricistas… Y aquello salió adelante". Era un auténtico desafío, pero con empeño e ilusión se fueron salvando obstáculos. "Entre los amigos se encontraba Pepe Aguilar, compañero de profesión, que nos hizo la portada, y el Colegio de Ingenieros que, mediante la gestión de su Decano, nos ha estado haciendo distintas aportaciones técnicas y económicas a lo largo de los años".
"El lugar que nos dieron en un primer momento fue en el Paseo Real, junto a los transformadores de la compañía Sevillana, en un hueco de 5 x 10 metros". La gestión gastronómica se le encomendó a D. Luis Pérez y a D, Manuel García Gómez, "que tuvieron un gran éxito en su desarrollo a lo largo de la semana de feria. Cabe destacar el robo de la portada que nos quitaron en el desmontaje, aprovechando que hacíamos una parada para el almuerzo".
Pero la caseta empezó a crecer. Cada vez llegaban más y más amigos y familiares. "El éxito obtenido en este primer año tuvo como consecuencia una ampliación del numero de socios, donde se apuntaron familiares y amigos de los que fuimos fundadores", apunta Antonio. "al siguiente año, 1990, me encargué del cambio de ubicación, y nos situaron en el Paseo de la Palmeras, donde nos hemos mantenido desde entonces, en el número 34. Tras la celebración de la feria de cada año, nos reuníamos en asamblea, para analizar los resultados y las propuestas para el año siguiente".
"A lo largo de los 36 años de existencia, los socios han ido cambiando, entrando nuevos y retirándose otros por distintos motivos", celebra Domínguez. "Los primeros años fueron por nuestra cuenta tanto el montaje, como el desmontaje, asumiendo los que podían, los trabajos necesarios para ello. Hasta que finalmente nos hicimos mayorcitos y tuvimos que encargar a profesionales dichos trabajos"
"Hace unos años, el Colegio Oficial de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales habló con nosotros para que los colegiados pudieran participar. Desde entonces, la colaboración ha sido muy estrecha porque se ha vuelto a los orígenes. Y el Colegio Oficial como figura corporativa es miembro de la caseta como un socio más".
"Son 36 años, y seguro que se cumplirán muchos más". Un brindis por ello
Antonio Domínguez nos cuenta la historia en nuestro canal de Youtube