-El INGITE hace público el II Informe “Análisis de los Estudios de Ingeniería en España”
-En los últimos 9 años han aumentado un 55,8% las titulaciones de Grado en Ingeniería No Habilitantes
-Han sido creados con el único objetivo de dar acceso a determinados Másteres habilitantes.
-Las mujeres ponen la nota positiva en este informe: el número de alumnas matriculadas en el Grado ha aumentado un 27.42% en la última década
El INGITE (Instituto de Graduados en Ingeniería e Ingenieros Técnicos de España) ha hecho público el II Informe “Análisis de los Estudios de Ingeniería en España” (https://www.ingite.es/wp-content/uploads/2024/12/IIAnalisisTitulacionesIngenieria.pdf) en el que se analiza la situación de los estudios universitarios de Ingeniería en España.
Este II Informe, presentado en rueda de prensa el pasado 12 de diciembre en la sede del COGITIM, se ha elaborado analizando los datos facilitados el Ministerio de Universidades y tiene como objetivo ofrecer una visión real de la situación de las titulaciones de Ingeniería en España, para que sirva de reflexión y pueda ser utilizado en la adopción de las medidas necesarias para fomentar las vocaciones y corregir la dantesca situación que se está produciendo con los más de 200.000 entre titulados y estudiantes de Grados en Ingeniería no habilitantes, que no pueden ejercer como tales, y que además sigue creciendo.
El análisis de la evolución de los matriculados/egresados en Ingeniería durante los últimos 39 años, comparándolos a su vez con el total de alumnos y egresados universitarios, nos deja una imagen un tanto preocupante, ya que en los últimos 20 años ha descendido un 37% los alumnos matriculados en Ingeniería (vocaciones).
En cuanto al número de titulaciones de Grado en Ingeniería, nos encontramos con otra cifra para la reflexión, dado que en los últimos 9 años ha habido 1.107 titulaciones de Grado en Ingeniería, representando el 24% de los títulos de Grado totales, lo que contrasta con un número de titulaciones prácticamente similar de Másteres en Ingeniería 1.211 (20,84% sobre el total de másteres), y sobre todo con el porcentaje de matriculados en Ingeniería es tan solo del 13,72% sobre el total de alumnos. Lo que indica claramente un exceso de oferta en relación con otras titulaciones y sobre todo una ratio de alumno por titulación de prácticamente del 50% de la media.
Analizando ya más en profundidad las titulaciones de Grado, podemos ver cómo están proliferando las titulaciones de Grado en Ingeniería No habilitantes, es decir, que no conducen a profesión regulada, y que además y al contrario de lo que indica la “Reforma de Bolonia” y su transposición a la legislación española (R.D. 822/2021, que modifica el R.D. 1393/2007) son titulaciones especialistas y en algunos casos sin efectos profesionales, dado que han sido creados con el único objetivo de dar acceso a determinados Másteres habilitantes.
En los últimos 9 años han aumentado un 55,8% las titulaciones de Grado en Ingeniería NO HABILITANTES (483), frente a las titulaciones de Grado HABILITANTES que han aumentado un 10,4%, siendo en la actualidad 520.
Para encontrar datos positivos debemos irnos al análisis sobre el número de mujeres matriculadas en los Grados de Ingeniería y así comprobar que en los últimos 9 años ha aumentado un 27.42%, pasando de 44.402 en el curso 2015-2016 a 56.579 en el curso 2023-2024, representando el 24,8% del total de alumnos matriculados en los Grados de Ingeniería. Algo similar ocurre con las mujeres egresadas que también aumentan.
En relación a los Másteres de Ingeniería, se observa una tendencia muy positiva en el número de matriculados dado que ha aumentado un 85.79% en los últimos 9 años, pasando de 22.249 matriculados en el curso 2015-2016 a 41.337 en el curso 2023-2024, lo que resulta muy significativo de la necesidad de formación especialista y actualizada.
Estos son algunos de los datos que recoge este exhaustivo informe, en el cual también se recogen datos de cada una de las ramas de Ingeniería, siendo dispares los resultados que se obtienen, lo cual debería ser objeto de reflexiones individuales en relación con su adecuación a la demanda real de la sociedad y sobre la necesidad o no de incluir modificaciones en las mismas.
Entre algunas otras conclusiones, desde el INGITE, solicitar una Ley de la Ingeniería, que además de ponerla en valor, sirva para modernizar y adaptar a los estándares europeo y mundial las titulaciones y profesiones, fomentar la competitividad, eliminar conflictividad y propiciar una unión que refuerce la posición de este imprescindible sector profesional.
¿Alguien puede pensar que haya titulaciones de Grado en farmacia, veterinaria, medicina, económicas, enfermería, fisioterapia, psicología, óptica, derecho, etc, no te permitiesen ejercer esas profesiones? Se lamenta el presidente del INGITE, Jose Antonio Galdón Ruiz, quien ve totalmente incomprensible, que mientras las mejores universidades de Ingeniería a nivel mundial (MIT, Stanford, Cambridge, ETH Zurich, Imperial College London, Oxford, Berkley…) ofrecen titulaciones de Grado habilitantes en Ingeniería de 4 años, en España nos empeñemos en mantener las estructuras de la Ingeniería de hace 2 siglos, fomentando el clasismo y la nostalgia frente a la evolución y la competitividad que necesitamos como sociedad, y pide que se trabaje en la redacción de una Ley de la Ingeniería que ponga orden a toda esta situación. Para ello, será imprescindible, considerar unos contenidos mínimos para que una titulación pueda ser denominada de “Ingeniería”, y armonizar la profesión mediante aspectos individuales basados no solo en la titulación, sino además con la experiencia profesional y la formación continua, a través de una estructura colegial cohesionada.
Al mismo tiempo, y analizando el informe TIMMS 2023 (Informe Internacional de Tendencias en Matemáticas y Ciencias), donde España es de las peor paradas en matemáticas con una media de 498 puntos, frente a los 525 de la OCDE o los 514 de la UE, habiendo además empeorado con respecto a los datos de 2019 y 2015, no resulta nada esperanzador para las vocaciones de Ingeniería.
Y ello es necesario, porque la Ingeniería en su conjunto resulta transcendental para el desarrollo y progreso de cualquier sociedad, y máxime encontrándonos en un proceso de transformación y evolución constante que requiere de nuevas aplicaciones y tecnologías, sumado a la sensibilidad con la que se deben afrontar los problemas actuales de la sociedad y los retos que nos hemos marcado. Por tanto, se necesitan no solo los profesionales mejor formados y preparados, además de responsables e implicados, sino en el número suficiente que permita satisfacer las necesidades reales de empresas, administraciones y el conjunto de la sociedad.