En estos días de verano, con numerosos incendios afectando a numerosas zonas del país, incluyendo la provincia de Cádiz, las compañías eléctricas se enfrentan a un reto complejo. Han de mantener el suministro a los afectados, más aún en momentos tan duros, y permitir el trabajo de los operarios que luchan contra el fuego.
Fernando Diz-Lois, director de operación de redes de Endesa, ha ofrecido algunas claves en una entrevista en la Agencia EFE. Señala que ese suministro «está totalmente asegurado». En el incendio de Atlanterra (en Tarifa), el impacto sobre la red se limitó a la desconexión controlada de ciertas instalaciones, "siempre en coordinación con las autoridades competentes y las fuerzas de seguridad, para que los medios de extinción, sobre todo los aéreos, pudiesen trabajar con el menor riesgo posible".
«Una vez que el incendio se tiene controlado y se puede acceder con seguridad a la zona, nuestras brigadas se desplazan y revisan el estado de las líneas», apunta.
Esa impresión se suele hacer de manera terrestre. No obstante, si el incendio ha sido de gran magnitud, desde la compañía eléctrica utiilizan drones, helicópteros o equipos de Inteligencia Artificial.
Después de realizar las diferentes comprobaciones en esta revisión, descartado cualquier problema en la infraestructura, se pone en contacto con la Administración para volver a conectar la instalación. Si no es así, se moviliza una brigada para cambiar el elemento averiado.
Además, la energética cuenta medios alternativos, como grupos electrógenos, para restablecer el suministro temporalmente mientras se repara la línea.