La aprobación de la Ley 9/2025, de 3 de diciembre, de Movilidad Sostenible, publicada en el Boletín Oficial del Estado (referencia BOE‑A‑2025‑24545), marca un hito en la planificación del transporte, del sistema energético asociado y de las infraestructuras de movilidad en España. Esta norma —entrada en vigor el 5 de diciembre de 2025— redefine la movilidad como un derecho ciudadano, obliga a integrar criterios de sostenibilidad, eficiencia energética y accesibilidad, y establece nuevos marcos de actuación para el diseño, construcción y operación de infraestructuras, así como para la gestión de transporte público, recarga eléctrica, logística de mercancías y movilidad inclusiva.
Para los ingenieros técnicos industriales, esta ley supone una oportunidad —y una exigencia— de adaptación a nuevos estándares técnicos, ambientales y de planificación. Con ella se refuerza la necesidad de integrar criterios medioambientales, eficiencia energética y sostenibilidad en proyectos de infraestructura urbana, industrial y de transporte. Además, amplía el ámbito normativo a instalaciones de carga eléctrica, nudos logísticos, zonas de estacionamiento, transporte de mercancías, gestión de energía y emisiones, lo que puede traducirse en un incremento de proyectos, informes técnicos, obligaciones de cálculo energético, cálculo de huella de carbono y redacción de documentación de conformidad.
Los profesionales del sector deberán estar atentos a los nuevos instrumentos que introduce la ley: el Documento de Orientaciones para la Movilidad Sostenible (DOMOS), los “planes de movilidad sostenible” para centros de actividad o empresas, la exigencia de evaluación de rentabilidad socio‑ambiental de infraestructuras, así como los nuevos requisitos para estaciones de recarga, logística, transporte de mercancías o transporte público. Todo ello implica en muchos casos la necesidad de proyectos técnicos, direcciones de obra, certificaciones, memorias energéticas, estudios de impacto ambiental y adaptación de instalaciones.
En definitiva, la Ley 9/2025 abre un nuevo marco normativo cuyo alcance excede las tradicionales competencias vinculadas al tráfico o al transporte: incorpora de lleno la movilidad sostenible a la ingeniería técnica industrial, demandando capacidad técnica, criterios de sostenibilidad y formación continua.



