El colegiado de COGITI Cádiz, Rafael Jiménez Castañeda, fue invitado al programa de Onda Cádiz Televisión Ángulo Abierto, que profundiza en diferentes asuntos de la actualidad.
Coordinador del laboratorio de energías renovables de la Universidad de Cádiz, Jiménez desplegó sus conocimientos sobre la actual era. Una época de transición que, como señala, “empezó hace algún tiempo” y que se desarrolla por el “compromiso firme de la UE de descarbonizar la economía y el sector energético. Eso se puede lograr gracias a las renovables. No es una moda, y no es solo en Europa, sino a nivel mundial”.
Con respecto a nuestra tierra, destaca que “Andalucía cuenta con recursos energéticos sostenibles y renovables de gran importancia. Somos la región con más horas de sol de Europa, y nuestra provincia tiene zonas con un potencial eólico muy interesante que debemos aprovechar”.
Forma parte de la Agenda 2030, y los esfuerzos son ímprobos para alcanzar los objetivos. No obstante, a pesar de la velocidad que se había conseguido, ahora se ha producido un freno que puede afectar a esta transición. “En España sería posible, dado el boom de la fotovoltaica y los grandes parques, aunque ahora es difícil obtener un punto de conexión debido a problemas en la red eléctrica. Pero debemos seguir produciendo energía verde. Es necesario que las empresas de distribución y transporte inviertan para lograr mayor capacidad”.
“Hemos llegado a producir más del 60-70% de la energía con fuentes renovables, pero solo en momentos puntuales. Tenemos que mantenerlo en el tiempo. Hace falta más”.
¿Y cómo se consigue? “Mejorando la infraestructura eléctrica de nuestro país y aumentando la capacidad de la red. Llevamos un parón de tres años en los parques fotovoltaicos. También es importante el autoconsumo, que es una forma muy sostenible de contribuir al objetivo de reducción de emisiones. Cualquier ciudadano, cualquier comunidad de vecinos o vivienda unifamiliar puede hacerlo. Muchas pequeñas instalaciones suman una potencia importante”.
Es una tarea de “las distribuidoras, ya que las comercializadoras no son propietarias de la red. Las grandes compañías y la propia administración deben organizar y fomentar la inversión. Es necesario invertir en las redes de distribución, y las compañías tienen que hacer esas inversiones. Debemos sustituir la energía de origen fósil, que no tiene futuro, por energía verde por medio de parques fotovoltaicos y eólicos. Actualmente no hay capacidad. Solo hay capacidad en nuestros archipiélagos, pero no hay terreno”.
“En nuestra provincia se pueden reforzar las redes de distribución y las subestaciones, aumentando la potencia instalada en la red. De esta manera, habrá más capacidad para seguir inyectando energía verde”.
El autoconsumo es clave
Jiménez Castañeda asegura que “el autoconsumo es un tema aparte. Las subvenciones que existían ya se han agotado, salvo algunos planes como el Ecovivienda, que se mantiene hasta finales de este año. Pero los fondos Next Generation, que terminaron en 2023, no se han renovado para incentivar a los ciudadanos. Además, actualmente la energía eléctrica no es tan cara como hace dos años, pero eso puede cambiar y la tendencia es al alza, ya que el consumo eléctrico aumentará”.
El consumo tiende a incrementarse con los vehículos eléctricos o el uso de la inteligencia artificial. “Los centros de procesamiento de datos son grandes consumidores de energía. Va a haber mucha más demanda de energía y, para poder mantener los precios bajo control, necesitamos las renovables”.
En cuanto al autoconsumo, comenta: “No entiendo por qué seguimos teniendo techos y tejados sin paneles fotovoltaicos. Uno va a Alemania o Bélgica, países que no destacan por sus horas de sol, y el autoconsumo es mucho mayor que aquí. Los paneles, incluso sin subvención, se amortizan en seis o siete años. Y duran entre 25 y 30 años. Es solo cuestión de conocimiento”.
Además, anima a las comunidades de vecinos a adoptar este modelo de forma comunitaria. “Desde que se aprobó el decreto vigente sobre el autoconsumo, se puede establecer un acuerdo de reparto, y los vecinos que quieran participar pueden acordar su cuota de reparto, su porcentaje. Luego aparecerá reflejado en su factura. Es posible y ya se está haciendo”.
Afirma que “el momento de mayor concienciación ciudadana fue hace año y medio, cuando los costes de la energía se dispararon y todos vieron la solución. Sin embargo, hemos bajado la guardia. Y los precios volverán a subir”.
Profesor universitario y miembro de COGITI Cádiz, Jiménez Castañeda reconoce que “hay ciudadanos con conciencia ecológica, pero falta conocimiento. El autoconsumo no es tan caro, no hay problemas administrativos y se puede hacer tanto a nivel individual como colectivo. Las pequeñas y medianas empresas están más concienciadas”.
“La predominancia de la energía fotovoltaica y eólica, que ya compiten en el mercado, demuestra que son competitivas si las comparamos con la mareomotriz, la undimotriz (la energía de las olas) o la geotérmica (que no está presente en Cádiz). Estas últimas aún se encuentran en una etapa de desarrollo tecnológico. Nosotros tenemos la zona del Estrecho, con corrientes marinas muy intensas, que podrían aprovecharse”.
Otra alternativa “son las plataformas offshore, que en España no existen. Han generado mucha oposición social en nuestra provincia, con proyectos que finalmente no se han llevado a cabo debido a su gran impacto social”.
El investigador es “fiel creyente del hidrógeno verde. Aunque está en fase de desarrollo, será el paso decisivo para el abandono de la carbonización. El hidrógeno será el vector energético que impulsará la fotovoltaica, la eólica y todas las renovables que producen energía eléctrica. Ese será uno de los futuros”.
“Es una gran oportunidad para el empleo en nuestra provincia”, asegura. “Estamos hablando de un cambio que no es solo energético, sino de sistema. Esto afectará a las industrias auxiliares, y tendremos que adaptarnos. Se utilizarán pilas de combustible en los vehículos eléctricos, lo que resolverá un problema porque el litio no es tan abundante. Los coches del futuro, un futuro cercano, serán de hidrógeno. Aún son muy caros, pero ya existen, y no será necesario detenerse a cargar una batería, sino llenar el depósito de hidrógeno. Surgirán nuevas industrias y empleos vinculados al hidrógeno y sus aplicaciones”.
“El tema de la seguridad ya se ha resuelto. Los vehículos se consideran seguros. Hay técnicas de almacenamiento de hidrógeno sin problemas. No es como el dirigible Hindenburg”.
Con respecto a Cádiz, considera que por sí sola no puede ser autosuficiente, pero menciona otro concepto: el de las regiones autosuficientes, más que las ciudades. “La autosuficiencia es complicada en términos de disponer de tanta energía renovable como se va a consumir, porque se necesita espacio. La energía solar fotovoltaica requiere muchos metros cuadrados. Se puede lograr que una región, más que una ciudad, sea autosuficiente. Tener parques fotovoltaicos cerca de la capital y, a través de las redes, crear una comunidad energética. Las ciudades no tienen suficiente espacio”.
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